LA HISTORIA
INTERMINABLE
Hace cincuenta y dos almanaques que a mi cigüeña la desvió
una ventolera y harta de luchar contra el levante me dejó caer sin atinar en ninguna chimenea ya que en esta
bendita ciudad con el calor, lo de la calefacción... ¡cómo que no!
Lo mío no fue un parto normal, fue un pellejazo de gran
categoría en el suelo de una azotea. Por consiguiente mi madre no recibió
ningún punto de sutura en el alumbramiento... ¡yo sí!
Y fue así como di con mis huesos en Cádiz, única ciudad en el
mundo que para afirmar rotundamente se niega hasta tres veces:
-¿Te gustan las gambas?
-¡NO, NI, NÁ!
Yo puestos a escoger preferiría que la cigüeña no se hubiese
movido de París, pero no me voy a quejar, ya que si no hubiese sido por el
levante lo mismo cruza el estrecho y hoy en día yo sería una nueva versión de
Tarzán diseñado por Botero o estaría en una patera echando la pota entre
Marruecos y Tarifa creyendo que el cielo lo encontraría bajo los plásticos de
un invernadero.
La herencia genética por parte de papá no era perfecta, fue debido a eso o al castañazo desde la
cigüeña lo que originó que a los 49 años un tribunal médico me otorgase la
incapacidad absoluta por enfermedad mental. No seré yo el que les quite la
razón y al parecer tampoco los que me conocen. Mi madre cómo mujer era más
dulce y ella me dejó una diabetes de 2º grado.
Desde el 61 para acá a llovido mucho... en Cádiz menos.
Hasta mi adolescencia mi vida fue transcurriendo bajo la
sombra siniestra de la dictadura, temiendo a los grises, a la letra con sangre
entra y a que el poder divino te dejara ciego en una mala paja. ¡Motivos más
que suficientes para cuando llegó este sucedáneo de democracia yo jamás votase
a la derecha, aunque siempre me quedé con las ganas de "botarlos"!
Hoy estamos aquí y como decía mi abuela la historia se vuelve
a repetir. De nuevo tenemos bufones en la corte, Rinconetes y Cortadillos,
Buscones y lazarillos, a congresistas y diputados en un auténtico mentidero
sentados en los bancos sin levantar las posaderas para que no se les deje ver
hasta donde les llega la mierda. Son ineptos en todo pero expertos endocrinólogos
ya que solo engordan a unos pocos y matan de hambre a la mayoría.
Para mí es evidente que esta crisis en un invento para devolvernos
a cada uno al lugar donde los titiriteros nos puedan manejar a su antojo. Por
inventar se inventan hasta guerras, establecen mercadillos para vender misiles
o granadas, donde las vidas ajenas se intercambian a muerto por bala. Ya nos espían
desde internet y se sacan de la manga ases con tintes revolucionarios para que
sigamos creyendo que aun podemos llegar a la utopía de la libertad.
Mercaderes de energías envenenadas que ponen trabas a todo aquello
que solo requiera del sol, el agua o el viento.
Aquí como loco que soy dejo plasmados mis pensamientos...
¿Qué hay soluciones?
¡Seguro! pero hay que esperar que las marionetas comiencen a
pensar y se quieran desatar las cuerdas.
¡Por cierto!... ¡A la cultura un 21 % de IVA!... ¿Es evidente
que nos prefieren borregos?
¡Sin que se te quede "ná" por dentro!... ¿NO ÉS "PA"
CAGARSE EN SUS MUERTOS?
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