CARTA A UN
DESTINATARIO ANÓNIMO
Tú sabes estas palabras por quien van y como ya te prometí
nunca te sacaré del anonimato. No pretendo darte ánimos, yo simplemente como
ateo confeso nunca le ofrecí mi corazón a "Jesusito de mi vida" pero
a ti sí que te lo ofrezco, ya que para mí eres una persona de valor
incalculable.
Aparentemente eres un tipo duro aunque yo sé que tu pecho es
una simple armadura que envuelve un panal de rica miel de donde solo brota
dulzura.
Habrá momentos en los que llores y muerdas la almohada para
que nadie te escuche y sufra por ti, es inevitable y a los árboles más grandes también
los derriba el viento. Aunque desahogarse es preciso no lo tomes por rutina,
ahora es el momento de guardar fuerzas para luchar y serás Goliat, mi fiel escudero,
yo pelearé a tu lado como el Capitán Trueno hasta que hagamos que gane el bueno.
Sé que no eres de mucho andar, pero tú eres tozudo y aunque
el sendero sea duro ya te he dicho mil veces: -"TIENES MÁS COJONES QUE
TOAS LAS VACAS DEL TOMÁS"
¿Qué quieres que te diga qué tú no sepas ya? si hasta en mi
libro de familia, tanto tú como los tuyos, tenéis páginas reservadas. Esto
simplemente es una pausa en el camino, ya más adelante buscaremos nuestro próximo
destino...
-¿Dónde?... ¡Al carajo!
-A nosotros que más nos da, si cuando todo esto pase solo nos
acordaremos de...¡ji, ji, ji!... ¡ja, ja, ja!
No hay comentarios:
Publicar un comentario