PROFUNDA REFLEXIÓN
Hoy el sueño no me ha cundido y como aquí solemos decir, me
he levantado un poco... bastante "ennortao", aunque esto no es nada
raro en mí.
Ando como en una nebulosa, como si tuviese una resaca de anís
y en esta situación tú no diriges los pensamientos, son estos los que te
dirigen a ti. Terminas poseído como la niña del exorcista, aunque para que a mí
diese vueltas la cabeza habría que pedir
la colaboración de una grúa de Astilleros, ya que bajo mi mata de pelo hay un
buen diámetro craneal... ¡vamos, que mis hermanos me llaman "cabeza"!
Pues dentro de esa oquedad hay una masa gris que determina en
que pamplina te toca de reflexionar y hoy tocó un tema que para mucho es
tabú... ¡LA MUERTE!
A mí como a los famosos el día que me toque me gustaría que
en mi recuerdo quedase un epitafio, algo sencillo, poético, bonito, emotivo,
por ejemplo... ¡AL CARAJO!
Soy partidario de la incineración pero por favor que no me lancen
al mar, que ya me canso de nadar y en los barcos me mareo. Yo creo que mis restos
deben de reposar donde pase las horas de mayor satisfacción, por lo tanto he
decidido que mis cenizas se arrojen al water y que tiren de la cadena... ¡qué
antiguo! mejor que pulsen el botón.
¿Quien dice que no? ante un retortijón te sientas en la taza
y no lo cambiarías por el mejor trono del mundo. Es el único lugar donde estas
solo contigo mismo, donde te sientes TÚ, donde no escuchas a nadie a no ser que
llamen a la puerta y ya te joden el invento.
Estoy convencido que la vida ha evolucionado más desde un
water que desde un despacho.
¡Y no estaba muerto, lerén! ¡y no estaba muerto, lerén! ¡y no
estaba muerto, lerén!... ¡Estaba tomando cañas!
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