PESCANDO EN LAS NUBES

Siempre he sido de los de "melón, tajá en mano", totalmente impaciente hasta para el aprendizaje, soy más de engullir que de saborear, cuando algo me gusta me falta tiempo para desenvolverlo, leer las instrucciones me parece una pérdida de tiempo y me haría antes el harakiri que leer el prospecto de algún medicamento.

Considero que debido a esta característica psicológica continuamente  me he sentido más atraído por los autodidactas que por los técnicamente perfectos ya que a estos últimos los he percibidos como imitadores de lo ya inventado. No significa que no me puedan gustar pero me resulta más atractivo aquel que intenta innovar.

Partidario de una doctrina, sistema, escuela o movimiento es uno de los significados del sufijo -ista y será por este motivo por lo que estoy en desacuerdo con los "puristas", pues nunca me gusto que me encajonasen y menos que me adoctrinasen. Soy para bien o para mal de los que hacen las cosas por su cuenta y riesgo, sin considerar las simpatías o antipatías que ello me puede acarrear. Ahora se nos llama políticamente incorrectos.

Como en los animales, la pureza de la raza nos hace débiles y enfermizos. Como ejemplo tenemos a la realeza, clanes compactos encerrados en un círculo que terminan por ser una panda de tarados sin haber dado un palo al agua. Sed conscientes de que la mezcla nos hace más fuerte y nos dota de una mayor sabiduría.

Esto es lo que da lugar al sentarte frente al teclado, que cuando no te sale "ná" le das rienda suelta a la cabeza y te pones a filosofar como si tú de esto supieses algo. ¡Y ya me lo he dicho mil veces!...

-¡Koe, no te enrolles más, que al final se van a dar cuenta que lo tuyo es un plomillazo!

El escribir es mi terapia y aunque lo haga mal me colma de satisfacciones, además mientras que mi Santa no me mande a hacer otra cosa prefiero aporrear las letras que aburrirme viendo mil minutos de publicidad y otros tantos de pamplinas variadas.

Me hubiese resultado más fácil mirar la portada de un periódico para dar mi opinión, pero ante tanta podredumbre y mayor manipulación preferí optar por mis dotes de autodidacta para contarle a mi peña lo que esta mañana me pasa por la cabeza.

¿QUÉ ES DIFÍCIL DE ENTENDER?... ¡a mí qué me vas a decir, cuando ni yo mismo me comprendo!