REVINDICANDO LO
NUESTRO
Nos quejamos de los chinos por sus trabajos de imitación,
pero ellos se dedican a plagiar tecnologías mientras que otros cometemos la
gran tontería de imitar culturas y si al menos estas nos trajesen algo de
sabiduría sería una aportación positiva, lo malo es que siempre copiamos a los
más frikis. Hasta yo mismo caigo en esas pamplinas y ahora llamo frikis a lo
que antes eran carajotes, bainas, colgaos, chalaos o chuflas.
Pero eso es lo que nos han inculcado y para muestra un botón.
Resulta que cuando menos contactos teníamos con el exterior fue durante la
dictadura y hasta los asesores del fascismo hicieron del escudo nacional una
burda imitación del americano usando un águila y flechas ¿a qué venía lo de el
águila?... ¡le tenían que haber puesto un borrico, que eso si que era típico!...
¡Y lo de las flechas!... ¿qué me dices tú?... ¿pero aquí teníamos indios ni ná?
Tampoco con la democracia mejoramos mucho más, ya que aunque
cambiamos al pollo y las flechas por una corona, cadenas de oro, el símbolo de
la Peugeot y yo no sé cuantas más pamplinas. Para mi entender el mejor escudo para
el reinado de un Borbón sería el afamado mantecado de Estepa, para todos
conocidos como el famoso "POLVORÓN" acompañado en cada lateral por
dos alfajores de Medina y en vez de la corona real un tocado de Sofía con los
cuernos de Corina.
Lo que me he enrollado con la introducción cuando mi
verdadero tema iba dedicado a la Casera, pero no a la dueña de la casa, si no a
la auténtica e inimitable... ¡ a la blanca !... a la de cola, a la de naranja y
a la de limón.
Ese embase singular con el tapón de porcelana y goma "colorá",
ese alambre gordo galvanizado que enganchándolo a los dedos te facilitaba el
traslado. ¡Y el logotipo!... ¡directo y al grano!... ¡La Casera!... Con todas
sus letras y una casita que sonreía... ¿qué por qué sonreía?... Pues porque le
hacía gracia, de lo contrario la habrían puesto llorando.
Cuantos recuerdos me traen aquellos polos hechos en las
cubiteras del congelador con su palillo de diente, que al tercer lametón ya te
chorreaba por el codo refrescándote los cojones, que le pegabas un "bocao"
y te encontrabas como premio las espinas del "pescao".
Mezclando sudor, ansia, churrete, calor y Llegar a casa corriendo,
abrir ese frigorífico, hacer clic en el tapón y echártela a pecho... como
mitigaba la sed, sentir con el burbujeo ese cosquilleo en la nariz y soltar un eructo
que te sacaba del pellejo con doble mortal y medio.
Nuestra tierra es como es árbol que hay que cuidar y no
cortar las raíces para dejarlo morir, por eso hay que luchar por conservar La
Casera, la talega del pan, la tortilla de un día "pa" otro, la pringá
y la siesta. No olvidemos que ya se perdieron la Mirinda y los economatos.
Si echamos al Borbón no aceptad imitaciones, que aquí somos
capaces en vez de hacernos republicanos poner de monarca al rey Baltasar por
tal de tener un jefe negro igual que los americanos
¡Que viva La Casera y no la Coca Cola!... Yo soy de tinto de
verano y no de Calimocho... ¡Y si no hay Casera ... le echa más tinto al vaso!
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