viernes, 31 de mayo de 2013

REVINDICANDO LO NUESTRO

Nos quejamos de los chinos por sus trabajos de imitación, pero ellos se dedican a plagiar tecnologías mientras que otros cometemos la gran tontería de imitar culturas y si al menos estas nos trajesen algo de sabiduría sería una aportación positiva, lo malo es que siempre copiamos a los más frikis. Hasta yo mismo caigo en esas pamplinas y ahora llamo frikis a lo que antes eran carajotes, bainas, colgaos, chalaos o chuflas.
Pero eso es lo que nos han inculcado y para muestra un botón. Resulta que cuando menos contactos teníamos con el exterior fue durante la dictadura y hasta los asesores del fascismo hicieron del escudo nacional una burda imitación del americano usando un águila y flechas ¿a qué venía lo de el águila?... ¡le tenían que haber puesto un borrico, que eso si que era típico!... ¡Y lo de las flechas!... ¿qué me dices tú?... ¿pero aquí teníamos indios ni ná?
Tampoco con la democracia mejoramos mucho más, ya que aunque cambiamos al pollo y las flechas por una corona, cadenas de oro, el símbolo de la Peugeot y yo no sé cuantas más pamplinas. Para mi entender el mejor escudo para el reinado de un Borbón sería el afamado mantecado de Estepa, para todos conocidos como el famoso "POLVORÓN" acompañado en cada lateral por dos alfajores de Medina y en vez de la corona real un tocado de Sofía con los cuernos de Corina.
Lo que me he enrollado con la introducción cuando mi verdadero tema iba dedicado a la Casera, pero no a la dueña de la casa, si no a la auténtica e inimitable... ¡ a la blanca !... a la de cola, a la de naranja y a la de limón.
Ese embase singular con el tapón de porcelana y goma "colorá", ese alambre gordo galvanizado que enganchándolo a los dedos te facilitaba el traslado. ¡Y el logotipo!... ¡directo y al grano!... ¡La Casera!... Con todas sus letras y una casita que sonreía... ¿qué por qué sonreía?... Pues porque le hacía gracia, de lo contrario la habrían puesto llorando.
Cuantos recuerdos me traen aquellos polos hechos en las cubiteras del congelador con su palillo de diente, que al tercer lametón ya te chorreaba por el codo refrescándote los cojones, que le pegabas un "bocao" y te encontrabas como premio las espinas del "pescao".
Mezclando sudor, ansia, churrete, calor y Llegar a casa corriendo, abrir ese frigorífico, hacer clic en el tapón y echártela a pecho... como mitigaba la sed, sentir con el burbujeo ese cosquilleo en la nariz y soltar un eructo que te sacaba del pellejo con doble mortal y medio.
Nuestra tierra es como es árbol que hay que cuidar y no cortar las raíces para dejarlo morir, por eso hay que luchar por conservar La Casera, la talega del pan, la tortilla de un día "pa" otro, la pringá y la siesta. No olvidemos que ya se perdieron la Mirinda y los economatos.
Si echamos al Borbón no aceptad imitaciones, que aquí somos capaces en vez de hacernos republicanos poner de monarca al rey Baltasar por tal de tener un jefe negro igual que los americanos
¡Que viva La Casera y no la Coca Cola!... Yo soy de tinto de verano y no de Calimocho... ¡Y si no hay Casera ... le echa más tinto al vaso!



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