IMÁN
CAPÍTULO VII
"EL ASESINO DE LA CATANA"
Tras el fracaso vital por el cual estableció el pacto con
Satán, Imán en sus noches de soledad se dedico a tunear el cajero hasta
convertirlo en una Paystation 3 y se enganchó a un juego pirata tan violento
que la Hermandad de Donantes pidió que lo retirasen del mercado ya que entre
tanto derroche de sangre y los televisores de "plasma", el banco de
sangre estaba a punto de tener que cerrar o ser rescatado por Europa.
Su ego clamaba venganza y pensó llevar a cabo un acto
criminal del cual se hiciera eco toda la prensa nacional. En su fantasía ya
veía su hazaña publicada en todas las portadas. "EL ASESINO DE LA
CATANA"
Lunes de "Pescaíto", feria de Sevilla.
Tomó el tren en Segunda Aguada, anteriormente había visitado
un chino donde se compró un disfraz de Ninja. Dentro del vagón se encerró en el
servicio para cambiarse de atuendo y sobre todo para evitar al revisor ya que
no había sacado el billete.
Se bajó en Santa Justa y mientras subía las escaleras se le iban
abriendo todas las costuras del disfraz, pero a él le daba igual que el viajero
que llevaba detrás le viera con gran estupor la anchoa que adornaba sus
calzoncillos.
Ya en el recinto ferial lo primero que hizo fue visitar la
calle del infierno, donde él se encontraba como en la gloria. A continuación comenzó
la búsqueda de la víctima que por él había sido elegida. María del Rosario
Cayetana Paloma Alfonsa Victoria Eugenia Fernanda Teresa Francisca de Paula
Lourdes Antonia Josefa Fausta Rita Castor Dorotea Santa Esperanza Fitz-James
Stuart y de Silva Falcó y Gurtubay, comúnmente conocida como Duquesa de Alba o
CATANA para la familia.
Lo primero que pensó matar a la Catana con otra Katana, pero
en el chino tuvo que cambiar de plan ya que la espada no venía incluida en el
disfraz. Más tarde sentado en el water del tren se le ocurrió que todo
comenzaría con un secuestro.
Durante el desfile de caballos asaltaría la carroza de la
Catana, debería de actuar con extrema rapidez. Una voltereta hacia adelante estando
agachado en el suelo, tomar propulsión hacia adelante. En ese impulso aprovechar para a mitad de camino lanzar las
piernas hacia arriba y encogerlas en el aire de paso que echando los hombros
hacia adelante para coger la postura arriarle una "patá en to los
huevos" a Alfonso y otra en la boca a Carmen Tello (la mujer de Curro
Romero).
Una vez en la calesa y a solas con la Duquesa le lanzaría dos
estrellas ninja a las espaldas del cochero, al no tener estrellas me valdrían
dos latillas de Cruzcampo. En otro salto espectacular me haría de las riendas
de los equinos y al igual que en un vespino "trucao" me marcharía de
allí a "to trapo".
A los gritos de socorro de Catana nadie acudiría... ¿pues a
ver quien tiene cojones de entender a esa tía?
Por las callejuelas de Triana intentaría despistar a la
policía. Si no consigo despistarlos a ellos, al menos me despistaré yo porque no
tengo ni puñetera idea del callejero.
Al paso, al trote, a galope, galope, galope... buscaré el camino
de Marinaleda y allí pediré cobijo al Sánchez Gordillo (este seguro que no me falla
y más cuando vea la mercancía).
Con todo el plan trazado milimétricamente, Imán se puso en cuclillas
en el portal de la feria a la espera de tan ansiado momento.
Así llevaba cuatro horas ya con calambres en las corvas y dos
kilos de albero en los pulmones, cuando mira para un kiosco y por la portada del
"Hola" se entera el Juancojones que este año la Catana no va a la feria
porque está mala con la regla.
Por dicho motivo le salió el tiro por la culata y mató a la "anchoa".
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