martes, 2 de abril de 2013


Imán
Capítulo I
Esta es la historia del anti-héroe, cuya cualidad era de ser un tipo jartible, pegajoso y coñazo a más no poder.
Sus poderes le fueron inoculados  a la hora del alumbramiento. De padre desconocido y madre de la tribu "pies negros", clan nómada que solo aparece por Cádiz en carnavales acompañados por una jauría de perros y que establecen su campamento bajo el balneario de la Palma.
Fue en el momento del parto donde ya demostró el don que le había sido concedido, pues se formó tal lío en la entrepierna de la parturienta con los piercing, el manojo de rastas, el cordón umbilical y que allí no había matrona que metiese la cabeza y menos sin máscara anti-gas... ¡Total! que el niño nació el viernes de la final y no se lo despegó hasta el segundo domingo coros. Tras una borrachera de vodka de la madre con pérdida de conciencia incluida, se meó en la esquina del Manteca y el efecto de la mezcla del alcohol con las propiedades corrosivas del orín hicieron de aquello un coctel Molotov, provocando que la madre desapareciera en una combustión espontanea y el niño quedó allí solo en la acera envuelto en una maraña cual gigante capullo de seda.
A la mañana siguiente una vecina lo fue a tirar a la basura, pero siendo dada al reciclaje no supo en qué contenedor meterlo. De repente se oyó un llanto y de la bola de pelos salieron dos pequeños brazos que se pegaron al delantal de la mujer al igual que si llevasen velcro.
La mari aterrorizada y creyéndose atacada pon un alien gritó de manera tan contundente que volvió a doblar las puertas de la catedral al igual que ocurrió en la explosión del 47. A la llamada de socorro acudieron todas las vecinas incluida La Petróleo, que aprovechó la ocasión para vender todo los números que le quedaban.
No encontraron quien lo adoptara ni poniéndolo de oferta en China. Asuntos sociales ante los recortes y la incapacidad de encontrarle familia de acogida optó un buen día con nocturnidad y alevosía de tirarlo por los bloques.
El instinto de supervivencia le hizo que su boca a modo de ventosa se enganchase a la ubre de una gata sarnosa hasta dejarla seca como la mojama. fue adquiriendo fuerza y destreza para alimentarse de los despojos que un empleado de mercado central le tiraba a las gaviotas, aunque  se crió tan solo que le pusieron de mote "El Pandilla".
Así llegó hasta la pubertad, donde se le descontroló el sistema hormonal. Intentaba tirarse a todo lo que veía en su entorno por lo que tenía toda la cara llena de arañazos y más de cincuenta picotazos en la cabeza.
Una buena mañana vio a un mariscado que se agachó para doblar la pernera del pantalón y que este no se mojase mientras que se disponía a coger erizos. El Pandilla más salido que una lesbiana ciega en una pescadería, se lanzó sobre él y si no llega a ser por el garabato aun le están cogiendo puntos en el cerete.
A los gritos del mariscador acudieron todos los viñeros, con lo que la Petróleo volvió a colocar todos los números.
Aquel engendro de persona con el garabato clavado en la espalda quedó inerte flotando sobre las aguas a merced de las corrientes. Todos lo daban por muerto y los de Salvamento Marítimo se negaron de ir a recogerlo alegando que estaban en su hora de bocadillo.
A la media hora y con la mar en calma, bajo el puente canal de la concha de un burgaíllo surgió una luz de led y se le apareció la virgen de la Palma.
-¿Cómo te llamas hijo?
-¡ Imán... imán... imán !
-¿Imán?... ¡qué nombre más raro!
-¡No vigencita!... lo que te quiero dicí és... quimán, quimán clavao el garabato en toa la esparda, que si me lo puede quitá que duele pa to sus castas.
-¡Eso ya está hecho! y a partir de ahora te voy a conceder una vida mejor por todo lo que has sufrido.
... Si os va gustando decidlo y pronto tendréis en Capitulo II. de lo contrario también hacedlo saber para no tenerme aquí escribiendo como un carajote.
P.D.
Lo de la excursión va en serio

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