lunes, 18 de marzo de 2013


HIJOS DEL VIENTO

Mi única afiliación es la de la seguridad social, soy como el gorrión pájaro granuja y busca vida por devoción, no apto para bandadas ni ejaulamientos. En el momento que me vienen con cuentos para dirigir mi vuelo siempre me despido con un... ¡hasta luego! Soy fiel a mis ideas, a mi familia, a mis amigos y a mi mujer (por la cuenta que me trae)
Dicen que de bien nacido es ser agradecido y por este mismo motivo os quiero decir que al igual que el amor... ¡fue bonito mientras duró!
Hace algo más de dos años que me embarqué sin rumbo fijo a bordo de facebook por los mares de internet. Cuando ya escaseaban los víveres divisé un gran faro situado sobre una isla, era más alto que el de Alejandría, con enormes brazos que te invitaban al recogimiento, por lo que no dudé ni un momento y desplegando todo el velamen puse proa al viento hasta desembarcar en su playa. Lo hice de puntillas y sin hacer ruido pues no estaba en mi intención causar ninguna molestia a sus habitantes.
Su población era escasa, compuesta por una decena de jóvenes pobladores, los cuales acogieron a este viejo pescador con los brazos abiertos. Ellos me ofrecieron su amistad y cobijo, yo se lo agradecí con lo único que llevaba en mi mochila, añejas historias a punto de morir en el olvido.
Aquello era un auténtico paraíso, paz y tranquilidad, se vivía en gran armonía. Tanto era así que su fama se fue extendiendo y creció su población hasta límites insospechados. Había gran devoción a su Santo laico Patrón "San Lucas de Frasca" que predicaba con la solidaridad y la libertad como pilares fundamentales para una religión denominada Puntales.
Hicimos de grandes amistades que perdurarán hasta el final de los tiempos y a las que no voy a nombrar ya que mi cabeza loca anda mal de retentiva y no me podría perdonar si me olvidase de algu@.
Pero desgraciadamente en toda sociedad siempre hay elementos insatisfechos de poder y fama, no conforme con la felicidad de los demás fueron extendiendo sus trasmallos tejidos con siglas y asociaciones de donde surgieron falsos abanderados para pescar seguidores de causas mal intencionadas.
Hemos abandonado su playa al igual que llegamos, despacito y sin hacer ruido. No estamos dispuestos a que nos coarten nuestra libertad, ni a perder ni ganar partidas en una guerra fratricida. Pero embarcamos con el Santo Patrón en una nave donde todos llevamos el timón y donde el único galón es igual a 3,78 litros de tinto con Casera. ¡Eso sí!... el equipo de azafatas es de gran categoría, si quieres navegar en nuestra compañía súbete volando al Vals de las Mariposas.
¡MÁS VALE CALIDAD QUE LA CANTIDAD!

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