viernes, 18 de enero de 2013


Los golfos de Castelgandolfo

Después de mandar al matadero a la mula y al buey, tras descubrir que los reyes eran uno de Lepe otro de Paterna y el tercero del Coronil. Hoy me encuentro al Bene en una venta de Castelgandolfo y os puedo decir que este lo de Papa lo lleva hasta sus últimas consecuencias ¡Vamos... para que me entiendan, que no suelta la PAPA desde que se levanta hasta que se acuesta!
A las diez de la mañana los escoltas no lo protegían más bien lo sujetaban por si se caía. La sotana "toa meá", el bonete debajo del sobaco, y con el báculo jugando al billar mientras daba "camballás" y al tapete le hacía unos cuantos de sietes.
Según el camarero ya se había tomado tres Ruaviejas, cuatro Riveras del Duero y ya iba por la décima cerveza. Ya sabemos que es alemán y a la cerveza la tiene "asimilá"... ¡pero el Ruavieja y los Riveras del Dueroooo!
-¡Camarero, ponle otra que a esta lo convido yo!
Se sentó a mi lado alegando que estaba indispuesto por una bajada de tensión... y dije yo para mis adentros: -¡Y un mojón... este se cree que yo nunca he cogido un vacilón!
Yo lo convidé por puro interés, pues como columnista del Puntales Digital lo que pretendía era sacarle información y mandarla para la editorial, donde bajo la supervisión del Profesor la pudiésemos publicar en la próxima edición.
¡¡QUE PELOTAZO!!
Aunque la lengua se le trababa, según su versión porque se le había quedado grande la dentadura (¡qué listo el fulano... se ve que nació "pa cura"!) Me contó de "Pe a Pa" su versión íntegra de la Última Cena.
Según Bene, la Santa Cena fue en realidad una despedida de soltero ya que al día siguiente se casaba el hijo del Jefe. El Maestro hizo que todos los discípulos se descalzaran ya que se celebró en un restaurante japonés y allí es tradición ir descalzos, pero no había quien aguantase el pestazo a pie. El novio pidió una palangana para que se lavaran y trece sobrecitos de PEUSEK, una vez que el camarero gastó dos botes de AMBIPUR y se calmó el ambiente eligieron de la carta las bebidas y los entremeses. Mientras los preparaban les trajeron unas aceitunas, el pan, los picos y el vino.
El Maestro  muy solemnemente alzó la copa y dirigiéndose a los discípulos les dijo:
-¡Se que uno de uno de vosotros me va a traicionar!
Como todos se conocían fue normal que las miradas fulminaran a Judas ya que tenía la mala costumbre de escaquearse y no pagar pero él sacó 30€ del bolsillo y les dijo:
-¡No seáis más mamones que hoy traigo dinero!  
El Maestro pidió calma ya que tenía más cosas que contar.
-¡Mañana me van a crucificar!
-¡Maestro... no seas tan dramático que solo te vas a casar!
-¡Si pichita, pero es que me voy a vivir a casa de mi suegra!
-¡Dios!... eso es peor que te crucifiquen "pa toa la vía"
-¡Eso lo sé yo... churrita mía!... pero como he dejado a mi novia embarazada, mi padre me ha obligado. Aunque así que como toda vía no ha llegado la comida coged la copa y un pico para bridar por mí, ya que a partir de este sacrificio no iré más por la peña, ni al futbol, ni a pescar. Cada vez que os reunáis, haced esto en conmemoración mía ya que una vez entre en casa de mi suegra es como si hubiese desaparecido de los confines de la tierra.
El Bene se quedo de repente en silencio... así como algo traspuesto
-¡Su Santidad!... ¿está hablando con Dios?
-¡Nooo... es que con la conversación se me ha ido el Santo al Cielo!... ¿y qué te iba a decir?... ¡Ahhh... ya lo sé! ¿vas a convidar otra vez?
-¡Verá Usted... es que no me queda un euro... lo siento!
-¡Y yo también!... ¡pues si no hay "convidá", aquí acabose el cuento! 

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