LA
INSPIRACIÓN PERDIDA
Estoy frente a ti, eres
simplemente una hoja en blanco, intento someterte y tatuar mis pensamientos en
tu piel de celulosa pero de momento me estás derrotando. Por más vueltas que le
doy a la cabeza solo consigo ver una línea vertical que parpadea, me retas y te
ríes de mi eres una provocadora, juegas con mi paciencia. Pero no tengo prisa,
más tarde que temprano derribaré las muralla que ahora te protegen, de momento
continuaré con el asedio y salvaguarda tus flancos que para librarte de mis
artimañas.
Se me nubla la vista como si
mis lentes se empañaran con el vapor de una sopa de letras, saco a flote la
cuchara para ver si por arte de magia toma forma la primera palabra que de
continuidad al texto que pretendo y no encuentro.
Busco la ficción o la
historia, aunque no añoro ni deseo ese minuto de gloria del que presumir
inmerecidamente, simplemente es iniciar ese placentero viaje en el que te
sumerges cuando golpeas las teclas y avanza el escrito saltando barreras de
ortografía, de verbos y figuras del lenguaje, donde fluyen personajes que
hablan por tu boca, letra a letra, palabra a palabra que van consiguiendo
narrar los recuerdos de toda una vida que quedaron en el tintero. No es
necesaria la oratoria pues estás solo con tu soledad o con fantasmas del pasado
que nunca te dieron de lado y a los que tú abrazas sin el más mínimo temor.
Aquello que va quedando en un rincón aparte, es lo que la mente fue tamizando
dejando en la tela toda la basura innecesaria que no aporta nada.
Rascas en tu cerebro
intentando que caigan las calichas hasta descubrir la argamasa, pero tus roídas
uñas no enganchan el borde de la capa de cal que reviste la pared de la
satisfacción que te ofrece el goce de narrar un acontecimiento.
Quisiera que mis historias
padeciesen de claustrofobia y surgiesen a borbotones por las puertas de la
mente, pero como no sucede así aun continúo aquí frente al papel y sin nada que
escribir.
Estoy tan en blanco como tú
y no me inspiras nada, ¿aunque no sé si te habrás dado cuenta? pero con tipo
Arial y tamaño 16 te acabo de dar en la cara con una buena parrafada.
Desaparecido en mi retiro
espiritual busco en la naturaleza algo para contar pero los pájaros se han
metido en mi cabeza y no paran de trinar espantando el rayo que me ilumine.
Mañana será otro día y ya de
vuelta al barrio surgirá algún comentario con el que alegraros la vida.
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