domingo, 13 de enero de 2013


LA INSPIRACIÓN PERDIDA

Estoy frente a ti, eres simplemente una hoja en blanco, intento someterte y tatuar mis pensamientos en tu piel de celulosa pero de momento me estás derrotando. Por más vueltas que le doy a la cabeza solo consigo ver una línea vertical que parpadea, me retas y te ríes de mi eres una provocadora, juegas con mi paciencia. Pero no tengo prisa, más tarde que temprano derribaré las muralla que ahora te protegen, de momento continuaré con el asedio y salvaguarda tus flancos que para librarte de mis artimañas.
Se me nubla la vista como si mis lentes se empañaran con el vapor de una sopa de letras, saco a flote la cuchara para ver si por arte de magia toma forma la primera palabra que de continuidad al texto que pretendo y no encuentro.
Busco la ficción o la historia, aunque no añoro ni deseo ese minuto de gloria del que presumir inmerecidamente, simplemente es iniciar ese placentero viaje en el que te sumerges cuando golpeas las teclas y avanza el escrito saltando barreras de ortografía, de verbos y figuras del lenguaje, donde fluyen personajes que hablan por tu boca, letra a letra, palabra a palabra que van consiguiendo narrar los recuerdos de toda una vida que quedaron en el tintero. No es necesaria la oratoria pues estás solo con tu soledad o con fantasmas del pasado que nunca te dieron de lado y a los que tú abrazas sin el más mínimo temor. Aquello que va quedando en un rincón aparte, es lo que la mente fue tamizando dejando en la tela toda la basura innecesaria que no aporta nada.
Rascas en tu cerebro intentando que caigan las calichas hasta descubrir la argamasa, pero tus roídas uñas no enganchan el borde de la capa de cal que reviste la pared de la satisfacción que te ofrece el goce de narrar un acontecimiento.
Quisiera que mis historias padeciesen de claustrofobia y surgiesen a borbotones por las puertas de la mente, pero como no sucede así aun continúo aquí frente al papel y sin nada que escribir.
Estoy tan en blanco como tú y no me inspiras nada, ¿aunque no sé si te habrás dado cuenta? pero con tipo Arial y tamaño 16 te acabo de dar en la cara con una buena parrafada.
Desaparecido en mi retiro espiritual busco en la naturaleza algo para contar pero los pájaros se han metido en mi cabeza y no paran de trinar espantando el rayo que me ilumine.
Mañana será otro día y ya de vuelta al barrio surgirá algún comentario con el que alegraros la vida.

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