domingo, 9 de diciembre de 2012


¿QUIEN DIJO MIEDO?

El miedo es excitación, emoción, angustia, escalofrío, temor, intriga. Ni los más valientes se han librado de él, hay a quien lo hicimos héroe por la sencilla razón que tuvo una lenta reacción y fue el último en echar a correr.
Todos los adoctrinamientos tanto políticos, sociales, como religiosos fomentan y generan los miedos para lograr su causa, es la mejor forma para educar a los borregos... "La letra con sangre entra"... "El temor de Dios es el principio de la sabiduría". Una inyección de miedo es el mejor antídoto para que no intentes sacar los pies del tiesto, para que siempre te quede la duda de lo que pudo haber sido y no fue.
Miedo a la muerte, miedo al dolor, miedo al amor, miedo al ridículo. Son tantos miedos los recibidos que estos nos han impedido ser nosotros mismos. Yo creo que en la enseñanza sería importante una asignatura contra el miedo.
Contra el miedo nadie nos ha enseñado a comportarnos con dignidad.
¿Cómo pretendes que te conozcan cuando tienes el temor de expresar tus propios sentimientos?... no sigas siendo aquel pequeño que cubría su cabeza con las sábanas y a quien nadie le dijo que el embozo no era un chaleco antibalas. Con la telepatía solo conseguirás grandes dolores de cabeza, pero no comunicar aquello que tanto cuesta y que te deja anclado a tu propia soledad.
Quizá el único e inevitable se trate del miedo al dolor, siempre que no tengas a mano a un anestesista. Ni tan siquiera el miedo a la muerte es digno de tener en cuenta mientras se está vivo y para cuando se esté muerto... ¡ya se fueron al carajo tus pensamientos!
En este muro hemos tomado una decisión valiente sin miedo al ridículo ni al fracaso, en él no nos cortamos ni un pelo al expresar los sentimientos por nuestro BARRIO, pretendemos ser solidarios pero no jueces.
Son muchos los días que en algunos mentideros se escuchan a burros-sabios dando lecciones magistrales de justicia, pero al preguntarles:
-¿conoces el significado de EMPATÍA?
Ninguno me contesta.
Mi condición no me permite darme golpes de pecho, pero si consigo por un solo instante que alguien olvide sus problemas... ¡ya con ese simple hecho me daré por satisfecho! No busco más a cambio, pero...
¡ SI ALGÚN DÍA PIDO SOCORRO... ME GUSTARIA QUE ALGUIEN ME SUJETASE LA MANO !

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