APOCALISIS
Sé que últimamente me
prodigo poco por estos lares pero es que estoy muy ocupado, preocupado,
amedrentado, inquieto, intranquilo, acojonado, cagado hasta las trancas.
Yo hasta ahora me reía de
las predicciones de los mayas, pero el pánico me ha invadió cuando escuché en
unas declaraciones informales que Mariano Rajoy comentaba que para el día 21 no
había motivo de preocupación.
¡¡¡AHHHH...!!!
¡Sus muert...! ¡si este tío
dice esto es que va a ocurrir lo contrario!.
Aunque así que aquí me
encuentro preparándome para el apocalipsis. Lo primero que he hecho es
embarrarme en manteca colorá para que me resbale la radioactividad, en el chino
de la esquina me he comprado dos manguitos hinchables y una tabla para coger
olas con la imagen de Bob Esponja por si acaso se origina un tsunami.
Por internet me he bajado
los patrones de Emidio Tucci y me estoy haciendo un traje con papel Albal. En
el cuarto de baño he montado un banco de alimentos, lo malo que cada vez que
voy a mear parezco un reponedor del Mercadona ya que para poder levantar la
tapa del water tengo que quitar cincuenta latas de tomate, cuarenta kilos de
arroz y veinte pack de los avíos del puchero.
No quiero ser pájaro de mal
agüero, pero por si acaso yo me he acercado por el muelle pesquero y he mangado
un montón de cajas de corcho blanco con las que estoy forrando puertas y
ventanas, también he buscado una linterna de las que funcionan con manivela y
no necesitan pilas por si ocurriese que al conejito de Duracell le viniese la
menopausia.
Si no ocurriese nada os
pediría un favor, que el día 28 me avisase alguien por el telefonillo para no
perderme la kedada y en el caso contrario lo único que me alegraría es haber
dejado al banco con la hipoteca colgada.
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