jueves, 30 de agosto de 2012


¡LO SIENTO!... PERO SE ME OLVIDÓ

En muchas ocasiones sé que puedo dar una imagen de prepotente y mal educado, pero para el que así piense comete un error pues eso es una simple impresión por falta de conocimiento y con esto no crean que lo trato de analfabeto, me refiero sencillamente de "conocimiento" sobre mi persona.
No soy un tipo tan raro, creo que mi problema es que siempre voy pescando, entendiéndose por pescar estar con la mente en otra parte. Aunque no sea corriente, cuando me observes mirándote de frente puede que yo no te esté viendo y esto cree un mal entendido al tú pensar que te quise evitar el saludo, simplemente es que soy el mayor de los despistados.
Os contaré casos que me han ocurrido y de los que no salí mal parado por tratarse de parientes o buenos amigos que ya me conocen y saben, cómo dice Miguel A. Pérez, que lo mío es un plomillazo.
Empezaré por el último, hace escasos minutos cuando saque al perro a mear (herencia que me dejo mi hija) desde la acera de enfrente un vecino no paraba de hacerme gestos para saludarme y yo no le hacía ni puñetero caso ¿Sabéis donde estaba mi mente?... viendo cómo se movía el muñeco del semáforo, estoy convencido que el tipo que lo diseñó se basó en el vídeo clic de Triller... observar que anda igual que el Michael Jackson, aunque este sea verde y el otro fuera ¿negro o blanco?. Cuando reaccioné al pobre los estaba tratando el 061 de un descolgamiento de brazo.
¿Alguien se ha dado cuenta que desde la calle Ancha se puede ver la estatua del Fénix en San Juan de Dios?... ¡Pues si señor!... ¡ese soy yo! El pescador de imágenes, el que siempre tiene la cabeza de viaje ¿Que para qué sirve saber que el Fénix se ve desde la calle Ancha?... pues seguramente para nada, pero la próxima vez que pases por allí seguro que te fijas para saber si es verdad o no, de momento te dejaré en la duda.
Para mí el sentido de la vista es uno de los más importantes, tanto es así que antes de levantarme de la cama lo primero que hago es ponerme las gafas. Hubo un día que al despertarme no las encontraba y mientras buscaba desesperadamente gritaba como un poseso culpando a todo dios de la perdida de mis lentes, menos mal que mi Santa es muy paciente y viéndome enfurecido me dijo:
- ¡Tranquilo!... piensa donde las dejaste al acostarte
- ¡DONDE SIEMPRE, EN LA MESITA DE NOCHE!
- Mira en el cuarto de baño (tenía su lógica ya que lo uso cómo biblioteca privada, aunque los protagonistas de las novelas la mayoría de las veces salen con las narices tapadas)
- ¡YA HE MIRADO!
- Vuelve a entrar y mírate al espejo.
Efectivamente las llevaba puestas. Mis hijos por respeto no me dieron el "cosqui de la pringá" pero no te veas el cachondeo que tuve que soportar.
PIENSO... LUEGO EXISTO, por eso quizás nunca quiera dejar de pensar y yo solo me creo unos rollos cuando voy solo que quizás sería mejor hasta ir mal acompañado.
Algunas de mis divagaciones:
Yo le daría el Novel de la ciencia junto al de la paz a aquel que descubriese la cadena de ADN del helado de tres sabores (nata, vainilla y chocolate) y lo fusionase con el genoma humano. A partir de ese momento los niños nacerían de tres colores y aunque se viesen al principio un poco raros, sería la solución para acabar con el racismo. Además las madres tendrían toda la razón cuando dijesen:- ¡Mi niño está pa comérselo!
Todo lo contrario haría con el inventor del teléfono inalámbrico. Cuando en mi casa comienza a sonar parecemos una escena del camarote de los hermanos Marx, todo el mundo corriendo de un lado a otro buscando el aparato, hasta el perro se altera con tanto alboroto y se pone a ladrar. Siempre llegamos tarde pues nunca está colocado en la base, yo creo que es un experto en jugar al esconder. Es más dañino que el tabaco... ¡NO, NI, NÁ!... yo estuve más veces al borde del infarto con una llamada que con una calada.
Para hacerle un monumento... ¡al que inventó la fregona! Gracias a él y a Cristina Almeida... ¡qué cómodo nos han hecho el trabajo a los hombres!
Y las últimas reflexiones se las dejaré para el gran Groucho Marx:
-Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…
-La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados.

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