LA
ADOPCIÓN
Hoy cuando llegué de Chiclana
entre en el garaje para estacionar el coche, algo lógico, pues si hubiese
venido en un avión lo hubiese dejado en un hangar... ¡hasta aquí todo normal! Lo que ya resulto extraño
ocurrió tras salir del ascensor, iba con el perro, la mochila con las
herramientas, dos bolsas con ropa, la cámara de foto y las llaves en la boca.
Solté todos los bultos en la entrada y cuando agaché la cabeza para buscar la
cerradura... ¡JODERRR! el susto que me pegué fue morrocotudo. Encima del
felpudo había una cama de noventa de ancho, sobre ella en posición fetal dormía
plácidamente con el pulgar en la boca y
pijama de Bob Esponja nuestro querido Director del Puntales Digital.
-¡Profesor... Profesor! ¿qué
te ha pasado?
-¡Hoy no me puedo levantar,
el fin de semana me dejó fatal, toda la noche sin dormir...!
-¡Lucas, eso es de Alaska!
-¡Pues por eso me he puesto
el pijama, porque allí hace mucho frio!
-¡Anda... levántate como
Lázaro y anda "pa" dentro!
De debajo de la cama salió
Farruquito y cuando vio a mi Murphy en vez de gruñirse se dieron dos besitos,
los perros son muy inteligentes y ya se han dado cuenta que ahora son
parientes, pues cómo todos sabéis mi familia ha adoptado a Lucas y ahora en vez
de ocho somos nueve hermanos.
Una vez en el salón mientras
los perros se olían el culo, Lucas me preguntó si yo me acordaba de la tabla
del cuatro. Yo puse postura de cantar una jota y comencé la oratoria :
-¡Cuatro por una cuatro...
cuatro por dos ocho!...
-¡Cógele a tu prima el
chocho... Maestro es que me lo ha puesto a huevo!... de todas formas a la tabla
que yo me refería era a la de los cuatro quesos y a poder ser con un Riverita
del Duero a la temperatura adecuada.
-¡Profe!... ¿Te traigo un
negro para que te abanique?
-¡NO!... pon el aire
acondicionado a la temperatura de 23º y con eso es suficiente, no me vaya a
resfriar y me joda el día cuatro... ¡hablando de cuatro!... con el queso me
trae unos piquitos y unas patatitas del Cortijo del Olivar.
¡Yo sabía que esto iba a
pasar!... No puedo negar que cuando me enteré lo de la adopción me hizo mucha
ilusión, hasta lloré de emoción. ¡Joderrr! es que tener un hermano como Lucas
no tiene parangón.
¡Eso creía yo! hasta que caí
en la cuenta que por la edad yo seguiría siendo el menor, el último eslabón, la
cascarria en el pañuelo, la diana de las putadas, de Guatemala a Guatepeor,
Aun así estoy contento,
después de cincuenta años ya lo tengo asumido ¿y qué más da que te den un
cosqui más? viniendo de Lucas será un honor, además "sarna con gusto no
pica".
Y dijo Lucas: - Santa Rita,
Rita... lo que se da no se quita (Lectura del libro de S. Lucas de Frasca
4,8,2012)
-¡REPITAN TODOS!: NO FALTARÉ
EL DÍA CUATRO
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