Un
figura (de mazapán)
La relación de mi mente con
mi cuerpo nunca ha guardado una gran reciprocidad, sobre todo a la hora de
realizar cualquier actividad deportiva. Para que me entendáis... ¡que soy más
torpe que Dña. Cayetana de Alba haciendo aerobic!.
De pequeño la envidia me
corroía cuando para echar un partidillo se escogían a los equipos y siempre me
quedaba fuera no me llamaban ni para ser utilero.
-¿ y por qué no participo?
-¡ anda... vete con los
Juancojones y que te presten el tipo!
Yo pensaba que tenía un gran
sentido del juego, pero con el balón en los pies se me caían los huevos, no di
una buena patada ni en el vientre de mi madre. ¡Eso sí! en los lanzamientos de
falta era un figura... donde yo ponía el ojo era donde daba la pelota... ¡efectivamente,
en mi cara y caía como los bolos! al parecer para lo único que servía era para
ponerme de barrera. Por eso yo no estudié pues siempre me vi colocado en un
paso a nivel. Pero se jodió el invento ¡con las casta de la Teo que hizo el
soterramiento! . El único gol que metí en mi vida fue de penalti, y ahora se
llama Koe como su padre.
Jugando al CONTRA era el
numero uno ¡vamos! que siempre me cogían el primero. cuando decían ¡YA SE VALE!
la mayoría ya habían cruzado corriendo la frontera de Puntales y yo de la
farola no me movía, pues pensaba... como salga corriendo me van a hacer
cebaduras en la entrepierna los pantalones de cheviot que mi madre me compró en los almacenes
Barcelona, y con las botas ortopédicas al pisar el bordillo mes resbalo y pego
el pellejazo. ¡Pues a tomar por
culo me quedo aquí en la farola aunque me pegue un calambrazo!.
Ni la pesca me servía de
consuelo, yo ponía masa del Kaki cómo cebo, las lizas me la quitaban del
anzuelo y con ella se hacía croquetas, y si alguien me decía...¡QUILLO QUE TE
ESTÁN PICANDO!... yo me arrascaba para no quedar en mal y me ponía en los
brazos medio bote de AUTÁN.
Hoy gracias a Manolo
Cornejo, más que un amigo un hermano, me embarco en el LEOMAN y siguiendo sus
consejos estoy hecho un lobo de mar, es tal mi arte con los aparejos que ya me
han querido fichar los de PESCA RADICAL.
Un día me llevaron a Medina
a coger caracoles, como corrían los condenados deslizándose por la baba, solo
cogí a una caracol hembra, aquello fue mal asunto, porque acababa de parir por
medio de una cesárea y aun tenía puesto los puntos (la caracola, no yo).
Son traumas de mi niñez que
ahora me río de viejo, por eso cuando escucho que dicen -¡quién pudiera volver a ser un niño!. Yo les daba mi
pellejo... ¡VIRGENCITA DÉJAME COMO ESTOY QUE YA NO TENGO COMPLEJOS!.
Dice que los niños son como
ángeles, pues los de mi barrio eran como Lucifer, pues si tú tenías un defecto
del que te avergonzabas y lo querías ocultar ellos en cuanto lo descubrían...
¡TRACATÁ! ... ya te habían puesto el mote que era como un tatuaje, se te
quedaba de por vida. Y si el defecto era evidente no se andaban por las ramas,
si eras cojo "el pata chula", si eras moreno "el negro" y
no era por racismo, es que de pequeños somos así de hijoputas que es lo mismo
que directos y políticamente incorrectos.
Si se metían contigo -¡eso
es cosa de chiquillos!, si te daban una "pedrá" -¡eso es cosa de
chiquillos!, que te pegaban un palo -¡eso es cosa de chiquillos!, si te daban
un tiro en la frente -¡eso es cosa de...Chales Bronson, que mi Miguelito es
malo pero no "pa" tanto!.
Y dicen que la cigüeña los
trae de París, yo diría que es un buitre de Afganistán y en vez de traer bajo
el brazo un pan ya vienen con daños colaterales.
A pesar de todo lo expuesto
no me arrepiento de haber sido niño, ya que en la infancia encontré amigos de corazón, más que compañeros
familia y aunque no compartiéramos la sangre era mucho mejor para quitarnos el
hambre repartir como buenos hermanos el bocata de mortadela.
Hola, yo me crie practicamente en puntales y el que lleva la guitarra k esta delante a la izda., es mi hermano que llaman maño.
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