martes, 12 de noviembre de 2013

CAPÍTULO I
Los fenicios llegaron hasta aquí de pura casualidad pues no vinieron a tiro hecho, más bien los echaron de Tiro.
Tiro era la ciudad donde ellos vivían y que estaba a un tiro de piedra de lo que hoy es Beirut, de ahí lo del nombre, ya que antiguamente el personal era más práctico y no se complicaba lo más mínimo a la hora de nombrar, por ejemplo, si el primer hijo nacía varón se llamaba como el padre y si era hembra como la madre. ¡Y digo yo!... ¿cómo no se dio cuenta el carpintero que llamándole a él José al niño le pusieron Jesús?... ¡uhhh, raro,raro!
A lo que iba, Tiro estaba bajo dominio de un rey persa muy poderoso gracias a que registró a las persianas en la oficina de patentes, más tarde hizo lo mismo con las ventanas de aluminio hasta que llegó otro más listo y se le adelantó con las de PVC.
¡Pues bien!... este rey que fundó junto a Fraga el PP del Tigris, traía a los fenicios fritos a impuestos. Indignados estos propusieron en asamblea de dejar de pagar y largarse de allí ¿por dónde escapar? hacia el este las montañas, al oeste la mar, al norte y al sur ¡NI SE TE OCURRA PICHA! arriba Siria y abajo Egipto... ¡CON LA QUE HAY ALLÍ LIÁ!
Disponiendo de más troncos de cedro que pinos en el taller de Vilela  y buenos conocimientos de navegación construyeron una flota y se lanzaron al Mediterráneo al grito de: -"Rey Ra-joy me cago en to tus muertos, el iva te lo mete por el culo al 21%"
Solo embarcarse saltó un viento canalla con una flecha dirección oeste y con más de cuatro rayas. Tardaron menos en llegar al Estrecho que el nº2 a la Plaza de España. Enmanuel Mangano y Malaquias Cototo capitaneaban dos de los veleros que pasaron a la altura de Torregorda a más de 80 por hora, con lo cual no se libraron de la foto del radar y le quitaron cuatro puntos del carné de pilotos.

¡Hoy no he tenido tiempo de "ná", aunque así que el capítulo se queda a medio terminar!... si mañana me coge bueno os aseguro que continuaremos.

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