No hay mal que por...
Siempre fui un enemigo
despiadado del móvil, el hecho de que en mi trabajo fuese necesario estar las 24 h. dependiendo del dichoso
aparatito me predispuso a tenerle un odio visceral. Una vez jubilado no pude
deshacerme de él, ya que aunque mi primera intención fue arrojarlo al
water, como así hice, después
tuve que remangarme las mangas y remojarme las manos en el agüita amarilla para
posteriormente y con ayuda de cinta aislante pegarlo a la parte trasera del
televisor de plasma para poderlo secar y que volviese a funcionar con total
normalidad aunque con un olor mucho más desagradable. Increíblemente como tono
de llamada, o mejor dicho como politono... "po olía pa to sus
muertos" se le quedo a modus propio un "peo" con eco soltado en
las años setenta en el escalón de Cáritas. La sociedad de autores no pudo pedir
canon por el peo, ya que todos los que allí estuvieron sentados negaron su
autoría.
Todo esto ocurría ante
la atenta mirada de la Santa, que no hace falta que abra la boca para que yo la
entienda.
Hasta hace poco la tarea
de secar cualquier aparato electrónico era mucho más sencilla ya que bastaba
con correr hacia un lado el pañito de crochet, la gitana de Marín y dejarlo
reposar sobre la panza del televisor.
Ahora la extrema estrechez
de los televisores ha provocado un ERE en la fábrica de Chiclana, se están
pensando en vestir de gitana a las salamanquesas ya que estas se ponen en la
pared y no necesitan ni alcayata, más complicado será encontrarle una utilidad
al pañito de croché pues en honor a la verdad tampoco antes tenía utilidad
alguna, para lo único que servía era para tener entretenidas a las ancianas.
Hoy con el internet las abuelas les dicen a las nietas que las agujas y el hilo
se lo metan por donde les quepa, que a ellas las dejen tranquilas que ya tienen
Wassap.
Hoy me alegro de no
haber jalado de la cadena, pues estoy al día de mi peña en cualquier lugar y
por supuesto las esperas se hacen más llevaderas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario