lunes, 20 de mayo de 2013


SIN PIES NI CABEZA

Me siento tan pesado hasta el límite de no poder moverme, mi cuerpo está anestesiado, mis manos levitan mientras mis dedos buscan el teclado, intento transportarme mentalmente a otro momento de mi vida donde encontrar aquella anécdota perdida que para otros desconocida pudiesen tener un mínimo de interés. Así es como yo sin orden ni concierto cuando tengo ganas de escribir persigo los argumentos. Tiene su punto de hipnótico y la verdad es que no sé el por qué digo esto, ya que no tengo conciencia de haber sido hipnotizado en toda mi vida, pero algo tenía que decir pues "no hago otra cosa que pensar en ti y no se me ocurre nada"
¿Por qué cuando uno está a solas y busca en los recovecos del cerebro se hurga la nariz?... ¡ni que la inspiración viniese envuelta en una "cascarria"! no preocuparos ni sentir vergüenza, eso nos pasa a todos, es lo mismo que salir feos en la foto del D.N.I.
Así ando yo, es una forma muy sutil de que nadie toque mi ordenador y el que lo haga se arriesga a quedarse pegado con solo pulsar una letra del teclado. No es un método peligroso ni ortodoxo, pero asqueroso... ¡tela del telón!
Escribir sin preparar un guión a algunos os parecerá que es cosa de locos... ¡ pues ya sabéis ! convenced a los demás lectores porque efectivamente lleváis toda la razón.
Para crear una nueva ley de educación sería fundamental que desde pequeños se nos inculcara para que nos arraigara en la mente el  verbo dimitir y dejarnos tanto de haber, ser o estar, pero no confundamos "a ver" con "haber" aunque en muchos momentos podíamos hacer un acoplamiento de palabras donde dimitir siendo un verbo lo podríamos cambiar según el contexto o la situación por "a ver", por ejemplo: "A ver cuando te vas al carajo" que equivaldría a una terminación futura del verbo dimitir.
Tengo que pedir cita para el médico, estas dos últimas pastillas han entrado en conflicto con el resto del tratamiento. El Traxilium, la Mirtazapina y el Omeprazol se dirigen en manifestación hasta la delegación del SAS en representación de todas las demás. Su principal petición es que a las últimas en llegar las devuelvan a la farmacia ya que en el pastillero están tan "apretujás" que ya no cabe ni un alfiler y como no se les haga caso solo dará dos días de plazo para tomar medidas más duras hasta convertirse en placebos.

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