lunes, 13 de mayo de 2013


ALPRAZOLAM BAJO LA LENGUA

A la vida de vez en cuando es necesario condimentarla con emociones fuertes para que no se te haga monótona y aburrida, por consiguiente yo soy de la opinión de buscar hasta encontrar a qué límites puede llegar nuestro cuerpo y nuestra mente. El alma no me preocupa, esa se la presto a San Lucas de Frasca para que me la tenga a buen recaudo y la lleve de visita de tasca en tasca.
Hoy me levanté de la cama con unas ganas tremendas de ponerme a hacer flexiones, puse los pies en el suelo y mientras me dirigía a hacer pipí iba recapacitando hasta que tomé una decisión... me la sacudí y volví al colchón, no antes sin recoger con papel aquellas gotas traicioneras que siempre salpican fuera y son motivos de bronca y apelativo de picha corta. Estábamos al borde del catre que aun  humeante me pedía si compasión que le diese otro revolcón y a mí como me digan "órdago" contesto del tirón "quiero", con lo que seguí planchando la oreja llegue a la conclusión de que yo estoy loco pero no tonto.
Una vez que comprobé que se me habían pasado las ganas de doblegar abdominales, me dije:
- ¡ YA SE VALEEEE !
Y me volví a levantar. Ya la Santa me tenía preparado el café en mi correspondiente jarrillo de lata que da para medio litro, y no es que yo sea tan adicto como Juan Valdés simplemente es que a un buche por pastilla es lo justo y necesario. Esperemos que no me aumenten el tratamiento pues me veo tomando el café en una olla exprés de treinta comensales.
Antes de acabar con el líquido elemento miro hacia los adentro he intento leer mi futuro en el pozo...¡ intentaré cambiar al café con leche, pues con el solo siempre lo veo muy negro !
Ahora con renovadas energías comienza la búsqueda de las fuertes experiencias...¿puenting?... ¡NO!... ¿rafting?... ¡NO!... ¿mangüiting?... ¡NO!
Necesito algo más fuerte, algo que desate mi adrenalina, que me ponga a cien, que me lleve al borde del infarto... ¡Y POR FIN LO ENCONTRÉ!
En un alarde de talento me llegó la inspiración y dirigiéndome al teléfono marqué el 1400, número de atención al cliente de ONO, dispuesto a poner una reclamación.
Si con esto no mueres de un infarto, tienes un corazón a prueba de bombas.
Perdonen por mi expresión, pero me cago en "to" sus reverendos muertos, en la madres que los parieron y en los cabrones presuntos padres que los mantuvieron a todos los responsables de las compañías de telefonía.

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