UNA AVENTURA DOMÉSTICA

Miguel Angel Buonarroti tardó cuatro años en pintar los frescos de la Capilla Sixtina, según los entendidos una obra sobrehumana. Yo en menos de una semana he pintado al fresco, ya que mi Santa tenía las ventanas abiertas para que se secara antes toda la casa, sin tener la más mínima consideración con la ola de frio, eso no es pintar al fresco... eso es pintar arrecío y más sobrehumano que eso no hay "ná". Aunque he terminado por ser un pintor reconocido pues cuando bajaba por el pan y me veían las gafas llenas de goterones todos me decían:

-¿Qué, estás pintando?

-¡Que va cojones!... ¡es que las gafas son de diseño!

Yo no sé por qué no se limitan a venderme el pan y no querer demostrar sus dotes de adivino.

La pintura la compré en el chino de la esquina, estuvo media hora explicándome las buenas cualidades del producto y yo lo comprendí porque tengo un traductor de Mandarín, de no ser así ¿cómo iba a estar media hora hablando con el chino?. La verdad es que no me engañó, pues me la vendió como mono-capa y cuando abrí el latón salió del interior un mono vestido de Super-Man que se me enganchó de las orejas y estuvo dándome bocados en la nariz hasta que volví al chino y sin usar la traductora me cagué en "to sus muertos".

Opté por adquirir el producto en una tienda especializada y dar comienzo a la faena.

Al igual que la obra de Miguel Angel que narran los episodios del Génesis, desde la Creación al salvamento del Arca de Noé, la mía tenía muchas similitudes pues por poco tengo que meterme en el arca de Noé para salvarme del tsunami que se produjo en el salón cuando solo comenzar se me escapó de las manos el cubo de la fregona y aquello parecía el pantano de los Hurones a una capacidad del 99%, menos mal que al estar las ventanas abiertas hicieron de compuertas y se desaguó con rapidez. Eso sí, en el suelo no ha quedado ni un chorreón, aunque terminé de pintar el salón vestido de hombre rana.

Hoy por fin he concluido, después de las papas y la pintura ya las agujetas se han convertido en un dolor crónico.

Profesor, te lo pido por favor. Búscame pronto una misión de espionaje que me pegue un mes fuera de casa, ya que la Santa se está pensando en remodelar el cuarto de baño.